El Mito de la Neutralidad Religiosa

Un ensayo sobre el papel oculto de la creencia religiosa que se encuentran en las teorias – Roy Clouser

El mito de la neutralidad religiosa ofrece una reinterpretación radical de las relaciones
generales entre la religión, la ciencia y la filosofía y es una de las contribuciones más importantes del profesor de filosofía y Teología, Roy Clouser, donde satisfactoriamente logra contextualizar el pensamiento de Herman Dooyeweerd a una audiencia general. El autor demuestra una sólida erudición cristiana y bíblica que permite al público disfrutar fácilmente de una de las teorías filosóficas más originales desde Kant.

Una creencia religiosa es una creencia en algo tan
divino per se – sin importar cómo se describa – donde “divino per se” significa
tener una realidad incondicionalmente no dependiente
”. (23)

Esta definición de religión descrita por el autor es explicada en la
primera sección del libro, donde Clouser analiza el concepto y trata de
esclarecer ciertos malentendidos. Luego ofrece una definición del término
explicando que comúnmente la creencia religiosa tiene una connotación negativa,
asociada con rituales, creencias, doctrinas y sentimientos (9).  Y aunque todo lo anterior sea verdad, es
insuficiente para definirlo. Clouser señala que existen religiones que no son
guidas por enseñanzas éticas, ni por exigencias culticas (11), tales como el
hinduismo, los antiguos pitagóricos y el epicureísmo. Hay algo sí que las une y
es común para todas las creencias religiosas: todos se centran en el valor
supremo de lo que creen es divino, pero difieren en lo que es divino (17). Para
Platón, por ejemplo, lo divino era la “Forma” (20); para los pitagóricos eran
los números (20); para los Israelitas era Jehová (21).

Así, Clouser distingue tres tipos de sistemas religiosos imperantes en
el mundo: el pagano, el bíblico y el panteísta (43). La religión pagana reduce lo
divino en algo creado (44); el Panteísmo, en vez de reducir lo divino en un
aspecto específico, cree que toda la realidad es divina (48); y el sistema
religioso bíblico niega ambas, afirmando que la divinidad es una persona
trascendente y que ha creado el universo (50). El autor hábilmente demuestra
que la mayoría de las creencias religiosas en el mundo están englobadas en
estos tres sistemas.

En la segunda sección, Clouser analiza las teorías y su relación con la
religión. Afirma que las teorías son de hecho el fruto de una raíz religiosa y
no son neutras (61). Dicho esto, una teoría no necesariamente es una autoridad
superior para juzgar la verdad sobre la realidad (61). Clouser toma bastante
tiempo en explicar la diferencia entre una teoría científica y una filosófica
(69). Es importante porque sus roles son distintos: en las ciencias, se busca
aspectos específicos con el fin de entender datos de la realidad (la ley del
movimiento, termodinámica, etc.). Las teorías filosóficas, por el contrario,
apuntan a una explicación global de la realidad (70). Clouser explica que una
teoría simplemente es una hipótesis, una conjetura educada propuesta para
explicar algo (63). Clouser se enfoca entonces en las teorías filosóficas,
porque son la base del pensamiento teórico occidental. Dos son las teorías filosóficas
que intentan sintetizar todos los aspectos de la realidad en una visión
general: la teoría general de la realidad (ontología, o metafísica) y la teoría
general del conocimiento (epistemología) (70). Tradicionalmente, las teorías ontológicas
han tratado de responder a la naturaleza esencial de la realidad proponiendo
uno o dos de los aspectos como la naturaleza básica de todas las cosas (físico,
lógica, matemáticas, etc.) (72). Esto aplica también a las teorías epistemológicas
(72). Clouser afirma que detrás de tal noción de realidad hay una raíz
religiosa que orienta dichas teorías. La afirmación central de su libro es:
«las teorías científicas presuponen necesariamente una visión general de
la realidad, mientras que las visiones generales de la realidad, presuponen
necesariamente alguna creencia en la divinidad per se» (78). El
escolasticismo desarrolló el pensamiento forjador de Occidente, influenciado
por dos motivos religiosos: el cristianismo y el dualismo griego “forma-materia.”
Se forja así el dualismo gracia-naturaleza.

En el siglo quince, la tradición escolástica fue desafiada por dos frentes:
la Reforma y el Renacimiento. De estos dos, son los reformadores quienes
rechazan el dualismo escolástico de gracia-naturaleza y bajo esta tradición
Reformada y especialmente por la influencia de Juan Calvino, Clouser concluye
que la influencia divina en teorías es inevitable (107). La real diferencia
está en qué divinidad está nuestro corazón. Clouser añade que nuestras presuposiciones
son la manifestación de la influencia divina que poseemos (123) y que son ellas
la influencia más penetrante y poderosa que una creencia divina ejerce sobre la
humanidad, porque guía cómo concebimos la naturaleza de la realidad.

La tercera sección del libro discute el rol de estas creencias
religiosas en teorías de matemáticas, física y psicología. Clouser nos invita a
prestar atención de la influencia divina en nuestra formulación de teorías. En
la cuarta sección, Clouser propone desarrollar una nueva manera de pensamiento
cristiano. Nos llama a abandonar nuestra “visión reduccionista de la realidad”
(186) y agrega, “¿Por qué el paganismo puede regular la formulación de teorías,
pero no la creencia en Dios? (198). En cambio, plantea volver a una visión
reformada defendida por los padres de Capadocia y algunos reformadores,
especialmente Juan Calvino. Apoya una interpretación estricta de la doctrina de
la creación (pancreación), que afirma que nada en el universo es increado
(física, leyes, biótica, etc.) sino Dios (217). Clouser concluye que debemos
seguir “una teoría guiada por la creencia de que Dios, y solo Dios, existe por
sí mismo” (234).

Clouser materializa su propuesta al plantear una teoría no reduccionista
de la realidad basada en el trabajo de Dooyeweerd (241). De forma práctica, en
la última sección de su libro, y bajo la influencia de Abraham Kuyper y el
principio de “las esferas soberanas” (291), Clouser formula una teoría no
reduccionista de la sociedad y estado. Por ejemplo, el estado no puede regular
un servicio de una iglesia o mezquita, ni la iglesia o mezquita puede regular
al estado. Según el principio de “soberanía de las esferas”, cada esfera tiene
su independencia. Significa también que la visión cristiana del estado es que
el estado no debe favorecer al cristianismo (319).

Conclusiones

El pensamiento de Dooyeweerd es complejo y no siempre
accesible al común de la gente. Sin embargo, Dr. Roy Clouser ofrece una
interpretación general de sus ideas en forma comprensible. Clouser aclara las
inconsistencias y contradicciones en el área de las ciencias y ataca las falsas
concepciones de neutralidad de esta última. Ser religioso y creer en Dios no
significa ser irracional. Por el contrario, Clouser desenmascara con precisión
el mito de la neutralidad científica y expone las raíces divinas en ellas. Tal
como Dooyeweerd destapa las inconsistencias del pensamiento teórico Kantiano,
Clouser añade a su trabajo y nos da las herramientas para desarrollar nuestras
propias teorías en la sociedad con una sólida base Reformada Calvinista.  

Roy Clouser es filósofo, académico y profesor emérito del Colegio de
Nueva Jersey y sirve como profesor de filosofía, religión y lógica, como
también es filosofo del Instituto de Estudios Cristianos.

The Myth of Religious Neutrality:  An Essay on
the Hidden Role of Religious Belief in Theories Revised Edition Roy A. Clouser
University of Notre Dame Press Notre Dame, Indiana.


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